07 noviembre, 2007

Egipto: El Faraón Tutankhamón ahora muestra su rostro al mundo.

Para muchas culturas de la antigüedad el nombre no solo describía a la persona que lo llevaba, sino que además tenía poder, era mágico. Para los egipcios el nombre era muy importante, y dejar constancia del mismo por medio de la sagrada escritura jeroglífica le aseguraba a su poseedor ser inmortal.

Quizá de algún modo tenían razón. Aún sin haber sido prolongado su reinado, o realizado grandes proezas durante el mismo, el nombre de Tutankhamón no es desconocido actualmente ni para los egipcios, ni para la gran mayoría de habitantes de nuestro planeta. Y es posible que para muchos, en cambio, el nombre de Howard Carter no les suene a nada... siendo este quien descubrió su tumba -en la mañana del 04 de noviembre de 1922- y sacó así del olvido al niño faraón.

Y el pasado domingo, al cumplirse exactamente 85 años desde que Carter realizara ese descubrimiento, el joven faraón volvió a hacer noticia:

El día anterior el Consejo Supremo de Antigüedades (CSA) egipcio -por medio del ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni-, comunicaba que el domingo la momia del faraón Tutankhamón sería sacada del sarcófago de su tumba en el Valle de los Reyes para ser traslada a una urna de plexiglás transparente, y que su rostro se develaría a un reducido grupo de periodistas y arqueólogos, y a partir del lunes sería exhibida al gran público por vez primera en la historia.

«La momia de Tutankamón será sacada hoy de su sarcófago con todas las garantías, y no corre ningún riesgo de que pueda ser destruida en su traslado a la vitrina de plexiglás», aseguraba el director del Valle de los Reyes en Luxor, Mustafa Wazery. «Estoy un cien por cien seguro de que nada podrá destruirla», dijo a los numerosos periodistas congregados para la ocasión.
El egiptólogo explicó que un grupo de expertos llevaba trabajando varios días para envolver de lino y algodón a la momia con el fin de protegerla, y todo lo que los visitantes podrán ver de él es únicamente su rostro.

De este modo, el faraón más famoso del mundo descansa ahora en su nueva urna, al abrigo del polvo, la humedad y el calor, a poca distancia de su sarcófago vacío, dentro de su misma tumba. Zahi Hawas, secretario general del CSA e impulsor de este proyecto, subrayaba que de este modo la momia gozará de una mayor protección que la que contaba en el interior de su sarcófago. «En la vitrina estará mucho mejor porque podemos controlar la humedad y la temperatura» apuntó.

Precisamente, el CSA egipcio ha justificado este traslado por el daño que ha causado a la momia la excesiva humedad en la cámara mortuoria debido al gran numero de visitantes. Actualmente, una media de 5.000 personas diarias visita la tumba del famoso faraón, y el aliento exhalado por ellos crea una humedad dentro de la cámara mortuoria que ha afectado negativamente al estado de la momia.

Además, según recordó Hawas, la momia está muy deteriorada por la manipulación que sufrió por el arqueólogo Howard Carter cuando este descubrió la tumba.
«No la trató bien cuando la encontró en 1922 [...] Carter utilizó barras de hierro y manipuló de forma descuidada la momia para separarla de su máscara, y retirarle, además, los 150 amuletos funerarios que portaba, ocultos entre las capas de lino, mientras la momia descansaba a la intemperie sin protección alguna», indicó el egiptólogo.

El resultado es que hoy en día la momia está dividida en 18 partes y la momia quedó en tan mal estado que no se pudo sacar de su tumba, hasta el día de hoy, luego de que tuvieran que ser pegadas.
«Con la colocación de la momia en la vitrina, mandamos al rey dorado a la vida eterna [...] Es un gran día», dijo exultante Zahi Hawas, que, como es habitual en este tipo de eventos, hizo de maestro de ceremonias durante el traslado.

La momia de Tutankamón tiene la nariz aplastada, los dientes pronunciados y el rostro ennegrecido, que resalta sobre el sudario de lino con el que ha sido envuelto su cuerpo enjuto para su protección, según pudieron constatar los numerosos medios internacionales congregados para asistir a este traslado histórico, en el que el 'faraón niño' lució su rostro ante la nube de fotógrafos y cámaras de televisión apelotonados en el interior de su tumba, que no querían perderse el más mínimo detalle de su fisonomía.
Varias cadenas televisivas, encabezadas por las estadounidenses Discovery Channel y National Geographic, grabaron el momento del traslado y lo transmitieron en directo en una pantalla situada fuera de la cámara mortuoria.

Luego de que el famoso faraón fuera expuesto a los periodistas, al parecer algunos comenzaron a espectular que Tutankhamón habría sido de 'raza' negra, basándose en la coloración oscura que se observa en la piel de su momia, que no es mas que el resultado del proceso de momificación y el paso del tiempo.
Al respecto, el conocido egiptólogo Zahi Hawass comentó a los periodistas:

"Tutankhamun was not black, and the portrayal of ancient Egyptian civilization as black has no element of truth to it"
Tutankhamun no fue negro, y el retrato de la civilización egipcia antigua como negra no tiene ningún elemento de verdad»)

En Egipto solo hubo faraones negros durante el período de la dominación Kushita, cuando estos reyes venidos de Nubia invadieron Egipto y se apoderaron del trono.


El dato curioso.
Aunque en principio para la ceremonia del domingo estaba vetada la entrada a los turistas, pues era exclusivamente para prensa, y apenas medio centenar de personas, incluido el propio Hawas, -todos ellos arqueólogos y especialistas- habían podido ver hasta aquel día el rostro de Tutankhamón, un francés logró burlar la seguridad, colarse en medio de la confusión creada por los periodistas, y se convirtió en el primer turista en ver el codiciado rostro.

«Es fantástico, impresionante; desde luego mucho más impactante ver una momia en su tumba original que expuesta en los museos», afirmó el parisino Michel Denis, que pudo colarse junto con tres de sus hijos en medio de la confusión originada por el revuelo mediático.
Este padre de familia aseguró que no tenía ni la más mínima idea de que iba a efectuarse este traslado, pero en cuanto se enteró se acercó para ver el rostro al famoso faraón. Respecto a cómo logró infiltrarse entre la cohorte de periodistas que salían sudorosos de la tumba, que se convirtió en una auténtica sauna, Dennis hizo un guiño y dijo que sus tres hijos fueron su pasaporte, ya que consiguieron conmover a los guardianes, que se hicieron de la vista gorda.



Largas colas para ver al rey Tut.
Decenas de turistas, entre ellos muchos españoles, acudieron este lunes a ver la cara de la momia del faraón Tutankamón en su tumba en el Valle de los Reyes, en Luxor (sur de Egipto), en donde se exhibe por primera vez en la historia. Los visitantes no quisieron perderse la oportunidad de contemplar los restos del 'faraón niño' en su recién estrenada ubicación en una vitrina transparente, situada en el interior de su cámara mortuoria original, después de ser sacada de su sarcófago.

El faraón demostró que tiene muchos seguidores a los que, con tal de ver su momia, no les ha importado ni esperar la larga cola, que avanzaba con fluidez, ni el sol y altas temperaturas que en pleno mes de noviembre, siguen castigando Luxor. Sin embargo, el sacrificio tuvo su recompensa.
«Increíble, impresionante, resulta muy impactante», comentó la turista cordobesa, Pilar Tavira, nada más salir de la tumba. «El rostro está muy bien conservado- describió Tavira-, y cuando entras da la sensación de que aquello realmente existió». Tavira y su acompañante Miguel Fierres, también de Córdoba, explicaron que se enteraron de que se exhibía la momia de Tutankhamón por las noticias en televisión y decidieron no perdérselo.

Lo que más ha impresionado al público ha sido el estado de conservación de los restos de Tutankamón: «Los pies es lo que me ha parecido más fascinante porque se ve la uña y los cartílagos, de la cabeza destaca la nariz porque estaba aplastada y luego la piel que parece muy tersa».

Delante de la cola de visitantes, observaba satisfecho el director del Valle de los Reyes, Mustafa Wazery. «La tumba de Tutankamón recibe una media de 350 turistas diarios, pero con la momia esperamos que su número aumente», indicó Wazery, quien aseguró que de momento no tienen intención de aumentar el precio de la entrada a la tumba, que ahora ya se paga aparte del resto de las otras tumbas del Valle de los Reyes.
El egiptólogo señaló que muchos visitantes le han dicho que para ellos ha sido una experiencia inolvidable ver el rostro de la momia.



Definitivamente, queda demostrado que si Tutankhamón levantara hoy la cabeza podría comprobar que su fama ha traspasado los confines de su reino.
Quienes somos unos incondicionales de la egiptología, sabemos que la fascinación por esta antigua civilización sigue creciendo alrededor del mundo, y que el Rey Tut ha contribuído bastante para que esto sea así.

«Quizá murió siendo solo un faraón... pero 'renació' para ser el embajador de su milenaria cultura».


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Según los datos consignados por la Enciclopedia Británica, Nebjeperura Tutankhamón llegó al poder en 1333 a.C. tras la muerte de su hermano Smenkhara. Hijo de Amenofis IV-Akhnatón, nació en 1342 a.C y recibió el nombre de Tutankhatón (imagen viviente de Atón). Su padre y hermano murieron casi al mismo tiempo, dejándolo a la edad de 9 años como rey de Egipto, siendo el faraón número 12 de la XVIII dinastía egipcia.

Es así que, el aún Tutankhatón se volvió un monarca niño, con residencia en la ciudad de Tell el Amarna, que dependía mucho de la tutela de su visir Ay y del general Horemheb. Para darle aspecto viril, antes de la entronización, el pequeño de 9 años fue casado con la princesa Ankhsenamón. Pero hubo una demora en la asignación del nombre con el que hoy en día se lo conoce. Sería tras su traslado a Tebas, ocurrido en su cuarto año de reinado, cuando se convierte en Tutankhamón (Tut-ankh-amón, "imagen viviente de Amón"). El cambio de nombre se explica como la búsqueda del restablecimiento del culto al dios Amón.

Su período de gobierno se caracterizó por sus actividades de restauración de templos y homenajes a los dioses, con los cuales le rendía tributo a sus antepasados y le quitaba fuerza a los dioses extranjeros. Pero este, fue muy corto, solo duró diez años. A los diecinueve años (1323 a.C.) murió sorpresivamente.
Inicialmente, se pensaba que había sido objeto de un atentado, teoría nacida a partir de una inflamación al cráneo, descubierta en 1968 mediante estudios de rayos X. Sin embargo, una reciente investigación, publicada por la BBC, indica que el monarca probablemente murió como consecuencia de una complicación en una pierna fracturada. Lo cierto es que tras su muerte lo que vino fue silencio.

Por su parte, la reconocida egiptóloga francesa Christiane Desroches-Noblecourt expone en "Tutankhamen" una teoría que explica su olvido de los anales de la historia por tanto tiempo y está relacionada con los sucesores del joven monarca. Los antiguos consejeros Ay y Horemheb fueron los que accedieron al trono, sucesivamente, tras la muerte de Tutankhamón y ambos compartieron una característica: la traición. Primero Ay y luego Horemheb usurparon las estatuas y templos de su predecesor. La acción del ex general fue la más demoledora e incluyó persecuciones para borrar todo registro de la existencia del faraón, comportamiento interpretado como una búsqueda del nuevo monarca de ser reconocido como el verdadero heredero de la dinastía de Amenofis III. Y casi lo logra, su único error fue no destruir la impresionante tumba de su predecesor, una acción que la egiptóloga francesa no logra entender.

Y ese -por darle un nombre- descuido le permitió renacer al joven faraón. Tras el hallazgo de Carter y Carnarvon, el nombre de Tutankhamón no ha dejado de ser repetido no solo por arqueólogos, sino por otras personas en general. El olvido ya no es más su compañero, como lo quería Horemheb. Al contrario, la historia ha querido que pocos sepan cómo pronunciar el nombre de esa especie de general revisionista. Como lo quisieron sus súbditos, Tutankhamón alcanzó la inmortalidad.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Que interesante, siempre me ha fascinado todo lo relacionado a las piramides y Egipto :-)

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