17 noviembre, 2007

Nuevos Descubrimientos: Huaca Rajada

El sitio arqueológico de Huaca Rajada, ubicado a tan solo 30 kilómetros de la ciudad de Chiclayo, se ha convertido nuevamente en un sitio de interés para los turistas, quienes visitan diariamente el complejo para conocer el lugar donde fue enterrado el Señor de Sipán y para descubrir sus nuevos hallazgos.

El hallazgo del Señor de Sipán y el de la Sacerdotisa de Moro dio indicios contundentes de que las representaciones de iconografía de las finas vasijas moche que se hallaron antes, como ofrendas de complejos funerarios, representan escenas de rituales que se llevaron a cabo en varios centros ceremoniales como Huaca Rajada, Huaca del Sol y de la Luna y el Complejo Cao.

A los personajes que aparecen presidiendo los rituales se les halló en sus tumbas con la indumentaria que usaban en las ceremonias y que más los distingue, tales como tocados y copas de cobre. El atuendo que los identifica también después de la muerte fue recuperado en su momento gracias a un paciente y laborioso trabajo de los especialistas, que bregaron por recobrar nuestro pasado para que el mundo pudiera admirar una cultura que cada vez asombra más a peruanos y extranjeros.

Huaca Rajada nos vuelve a sorprender, ya que a mediados de año fue hallada la tumba de un alto dignatario de la élite mochica a solo unos metros de la del Señor de Sipán -como lo mencioné en el post respectivo-, pero hasta hace poco no se tenía una clara idea de a que personaje pertenecía, aunque si de que se trataba de alguien importante.
Los trabajos de excavación se iniciaron el 15 de junio del 2007. El 15 de julio se encontraron los ornamentos, entre ellos una corona con penachos y porras de cobre dorado; durante la primera semana de agosto se desenterraron dos copas en cada una de las manos del personaje. A principios de setiembre, aparecieron las osamentas.

Actualmente, la exhumación total de los restos óseos y de una serie de preciosos ornamentos desenterrados a lo largo de tres meses y medio de trabajo, en la tumba de élite del mausoleo real del complejo Huaca Rajada-Sipán, ha revelado nuevos indicios que permitirán conocer la identidad de este nuevo personaje, enterrado en este sagrado lugar hace 1.800 años.
Hasta el momento se han registrado 67 objetos, entre los que figuran 4 porras, 7 cabezas con rasgos felinos, 5 fundas de porras, 2 narigueras, 2 copas, 2 juegos de vestidos elaborados con placas cuadradas, un cuchillo ceremonial, un pectoral de cuentas de chaquiras y un par de sandalias de metal.

Los arqueólogos y obreros, que forman parte del proyecto, se han dado cuenta de que están frente a un personaje muy importante, de mucha mayor jerarquía de lo que pensaban cuando empezaron a descubrir cada una de las partes del ajuar funerario. En principio, creyeron que se trataba del cuarto personaje de la élite mochica, lo cual figuraba en algunos ceramios en que los artesanos graficaron para la posteridad la jerarquía de esta cultura.

Sin embargo, durante las últimas semanas, el arqueólogo Luis Chero Zurita, al revisar una gama de iconografías plasmadas en huacos, descubrió que se trataría del segundo personaje en importancia después del gobernante principal.
Chero quiere profundizar más en su nueva hipótesis, pero adelantó que al realizar una minuciosa investigación había detectado que el personaje que siempre acompaña al Gran Señor en los dibujos, presenta casi las mismas joyas que fueron desenterradas en la última tumba de Huaca Rajada. Es decir, el personaje de la iconografía está ataviado con porras, cabezas felinas, una corona de penachos y copas de cobre dorado, además de un par de narigueras de oro y plata, que son el símbolo de poder de la élite que gobernó el antiguo Perú.

«Lo primero que llamó la atención durante la excavación de la nueva tumba fue la aparición de la corona en forma de V con dos penachos», narra el arqueólogo, quien encabeza al equipo de especialistas que llevan a cabo el proyecto.
Para el investigador no es descabellado decir que la osamenta pertenecería a un ser de mucho poder, posiblemente el dueño de la vida y de la muerte.
Luis Chero asevera que elementos de la indumentaria, como el tocado y las porras, permiten identificar a este personaje como uno de los dignatarios de función trascendental, que preside la escena de la presentación o sacrificio, una de las elaboradas imágenes de la iconografía mochica.

Afirma, además, que este personaje cumplía varias funciones, ya que recibe las ofrendas de la concha strombus cuando no lo hace el Señor, y también aparece en otras escenas como la lectura de pallares con fines adivinatorios, y haciendo entrega de las ofrendas a la máxima divinidad en una copa en pedestal -con la que aparece siempre en las iconografías encontradas en los ceramios-, la que también fue hallada en su tumba.
Para el especialista, este personaje, al que llama el señor de los penachos, reemplazaría en ocasiones al Señor de Sipán entre los varios roles que cumplía.

«La nariguera de oro y plata que porta este personaje representaría el equilibrio. Hay que seguir investigando, pero de que se trata de un personaje importante, lo es. Basta notar el hecho de que está enterrado en un ataúd de madera de algarrobo, cosa que solo lo apreciamos en altos dignatarios moches. Los demás eran enterrados en ataúdes de caña», agrega.

Respaldado en esta hipótesis, Luis Chero reúne más evidencias que permitan seguir conociendo otros detalles de este ancestro, cuyo descubrimiento podría significar la instalación de un nuevo orden en el mundo moderno, especialmente entre sus descendientes que habitan los pueblos de Huaca Rajada y Sipán, al sur de Chiclayo, quienes por ahora son beneficiados con una serie de obras de saneamiento y mejores condiciones de vida.

Aunque el desenterramiento de la osamenta ha sido lento porque se ha tenido que restaurar en la misma tumba, Chero Zurita ha encontrado datos de mucha validez para la ciencia, como que el personaje gozó de buena salud (lo cual se refleja en el perfecto estado de sus dientes) y que su estatura fue más de 1,70 metros.

En las próximas semanas, los restos óseos serán retirados, con lo cual terminarán los trabajos de campo para dar paso a labores de gabinete, que consistirán en llevar a cabo estudios de antropología y otros análisis para determinar posibles patologías y la causa del deceso del personaje.


Entrevista con Carlos Mendoza, Director del INC - Lambayeque
¿Cuál cree que es el significado de los últimos hallazgos en Huaca Rajada-Sipán?
Se trata de un nuevo hito en la arqueología del país, pero lo más resaltante es la puesta en valor de Lambayeque, a partir de los recursos culturales y turísticos. Los nuevos hallazgos son la continuidad del fortalecimiento de la identidad.

¿Las excavaciones son aportes significativos para la vida de los lambayecanos?
Sin duda, se trata de algo muy valioso cada dato. Revelan que los personajes de las iconografías son reales. Gracias a los testimonios gráficos hoy se comprueba que los antiguos peruanos nos dejaron un mensaje de vital importancia que de a pocos estamos comprendiendo.

¿Qué hace falta en Lambayeque para que los hallazgos sirvan para el avance de la región?
Un plan de manejo de los recursos turísticos y culturales. Esto le corresponde al gobierno regional y a las municipalidades.

¿Es necesario que avancen otros proyectos?
Sí, pero aquí debo resaltar el trabajo que hace la unidad ejecutora Naylamp, que apoya obras en el santuario de Pomac, Ventarrones, Chotuna, donde han descubierto aportes valiosos para comprender el legado que nos dejaron los antepasados.

******************************


Huaca Rajada está ubicada a 30 km de Chiclayo y a 45 minutos en bus. Abierto todos los días de 9 a.m. a 6 p.m. Se aconseja llevar bloqueador, repelente y ropa cómoda.
Durante el recorrido podrá apreciar 'in situ' los trabajos de excavación que se vienen realizando desde mayo de este año y cuyo objetivo principal ha sido el estudio de la arquitectura.
Profundas áreas de estudio que llegan a medir varios metros de profundidad nos muestran una historia detallada de las ocupaciones de este lugar como un centro ceremonial importante de los mochicas y detalles funerarios de culturas posteriores como Chimú y Lambayeque.

Las pirámides de adobe han sido en parte limpiadas, por lo que podemos apreciar durante la visita sus complejas estructuras internas y las fachadas de las pirámides ceremoniales y administrativas, gracias a la ardua labor de arqueólogos peruanos y practicantes extranjeros, que excavan en el lugar como parte del proyecto financiado por el Fondo Ítalo Peruano a través de Cáritas y la Unidad Ejecutora Naylamp 111. La primera etapa de excavaciones arqueológicas finalizará en diciembre, que es cuando comienza la etapa de investigación y la elaboración del planeamiento para la construcción de un nuevo museo de sitio, el que albergará las piezas extraídas de los trabajos arqueológicos en el lugar.

******************************

No hay comentarios:

Etiquetas